¿COMO PIENSAN LOS TERRORISTAS?

¿Cómo actúan y piensan los 10 terroristas más buscados?

* El wahabismo, la lucha islámica contra Occidente, es la base de sustentación ideológica detrás de Al Qaeda
* Osama Bin Laden, líder militar musulmán, es el estratega más importante que tuvo el radicalismo islámico en los últimos cinco siglos
* Un congreso organizado en Peshawar, en la frontera afgano-paquistaní, en 1998, creó el Frente Islámico Mundial de la Yihad contra los Judíos y los Cristianos. Fue cuando Al Qaeda se internacionalizó.

Risduan Isamuddin.

Como un experimentado presentador de televisión, el médico egipcio Ayman al Zawahiri se acomodó y comenzó a hablar a la cámara para anunciar que la red terrorista Al Qaeda sigue viva y más fuerte que nunca. El lugarteniente del jefe máximo de la red, Osama Bin Laden, envió el videotape grabado a la cadena árabe Al Yazeera el último jueves “desde algún lugar” de la frontera entre Afganistán y Pakistán.

El atentado, unas horas antes, contra la embajada australiana en Jakarta hacía evidente que las palabras de Zawahiri no son solo amenazas. Es el portavoz de una cofradía de hombres que desde hace tres años marcan el ritmo político, social y económico del mundo.

Al Qaeda es un sello
para globalizar sus actos terroristas

Al Qaeda es un sello que usan diferentes organizaciones en todo el planeta para globalizar sus actos terroristas. No se trata de una estructura armada y organizada para actuar en forma coordinada. Mas bien, un líder piensa un golpe estratégico y luego busca con quién ejecutarlo. Es la tercerización del terrorismo.

“Es como un McDonald’s que vende franquicias. Al Qaeda, hoy, tres años después de los atentados a las torres gemelas de Nueva York, es un sello que penetró en las mentes de las grandes masas árabes y lo franquicia, presta su nombre a cambio de que se siga sembrando el terror en el mundo”, explicaba esta semana a un diario francés Gilles Kepel, uno de los máximos especialistas en el Islam y el terrorismo.

En 1981 combatían invasión soviética

En 1981 Bin Laden y los suyos encontraron refugio en lo que ellos llamaban el “emirato de Afganistán”. Llegaron allí para combatir la invasión soviética y se quedaron para seguir luchando con los muyahaidines (combatientes) que obedecían a diferentes señores de la guerra.

En esos años es que Bin Laden crea Al Qaeda, La Base, una organización de milicianos reclutados en todo el mundo y que llegó a tener una oficina en Nueva York bajo el nombre de Makhtab Al Jidamat para recaudar fondos y alistar creyentes.

En 1991, Bin Laden quiso llevar la Yihad, la guerra santa, a su país, Arabia Saudita. Allí su padre era muy influyente porque había construido para la corona varias mezquitas y renovado los lugares santos de la Meca y Medina. Pero ese poder no fue suficiente para su hijo número 52. La casa real saudita ordenó su expulsión y la revocación de su pasaporte.

Bin Laden terminó en Sudán, donde hizo grandes inversiones y hasta convenció al entonces gobierno islamista de crear bases de entrenamiento para terroristas. Los bombardeos de la aviación estadounidense terminaron con todos los planes y Bin Laden tuvo que refugiarse en su antiguo territorio afgano. Allí ya gobernaban los talibanes y las coincidencias filosóficas y morales eran totales.

Los diez terroristas más buscados del mundo

No muy lejos de Kabul, y en lo que había sido una antigua base militar soviética, Bin Laden levantó el más fabuloso campo de entrenamiento terrorista que jamás haya existido. Allí es donde se encontraron todos los hombres que hoy dirigen esta red de redes y que aparecen en la lista de los diez terroristas más buscados del mundo.

Junto a Osama, siempre el doctor Zawahiri, que oficia como su lugarteniente y médico personal. Abdelkarin al Nasser, un saudita y compañero de camino de Bin Laden que mantiene todos los lazos de la organización en la península arábiga. Ali Atwa, un libanés y jefe militar del Hezbollah. Abu Zarqawi, un jordano que es el enlace de Al Qaeda en Irak. Saif al Adel, egipcio, el actual jefe militar de Al Qaeda en Afganistán y Pakistán. Riduan Isamuddin, indonesio, el contacto de Al Qaeda con todos los grupos terroristas del sur de Asia. Abdullah Ahmed Abdullah, egipcio, el cerebro de las operaciones financieras de la organización. Tawfiq bin Atash, yemenita, organizó el golpe contra el destructor estadounidense “USS Cole”. Shamil Basayev, jefe de la resistencia chechenia, cerebro de la toma de la escuela de Beslán la última semana.

El wahabismo, una ideología en común

Detrás de todos ellos hay una ideología en común. Es el wahabismo, el nombre de una corriente islámica difundida por una secta sunita. Su creador es Muhamed Abdul Wahab, un rico mercader árabe que creía que el islamismo estaba siendo corrompido por Occidente. Para entonces, la expansión militar del Islam se había estancado desde que los ejércitos otomanos habían sido detenidos a las puertas de Viena en 1683.

Setenta años más tarde, los otomanos estaban cediendo terreno ante el imperio ruso y los barcos ingleses y holandeses intercambiaban mercaderías y viajaban regularmente por el Golfo Pérsico.

Fue cuando Wahab comenzó a hablar de la mala influencia corruptora de los extranjeros sobre los soldados otomanos. Y reivindicó un párrafo del Corán: “Maten a todos los que le pongan socios a Dios, donde quiera que los encuentren”. Y para dar el ejemplo, profanó las tumbas de algunos de los principales discípulos de Mahoma. Wahab comenzó a tener muchos seguidores y uno de los jefes tribales que quería quedarse con el reino, Ibn Saud (el jefe de lo que sería la casa real saudita que gobierna hasta hoy en Ryad), hizo un pacto con Wahab: adoptaba su ideología a cambio del apoyo popular.

La lucha islámica contra Occidente

El wahabismo fue mantenido vivo por una secta durante tres siglos hasta que Osama Bin Laden lo trasladó a Afganistán y allí fue adoptado por chechenios y egipcios, yemenitas e indonesios, marroquíes y sirios. El wahabismo, la lucha islámica contra Occidente, es la base de sustentación detrás de Al Qaeda.

El resto, vino con un congreso organizado en Peshawar, en la frontera afgano-paquistaní, en 1998. Allí se creó el Frente Islámico Mundial de la Yihad contra los Judíos y los Cristianos. Fue cuando Al Qaeda se internacionalizó. El exitoso atentado del 11 de septiembre de 2001 terminó convirtiendo a Al Qaeda en “la ideología” y su lucha ya es vista por muchos historiadores como la Cuarta Guerra Mundial.

El hombre que cambió la historia

Osama Bin Laden fue desde siempre un hombre profundamente religioso. Su padre hubiera querido que se convirtiera en un ayatollah, o al menos un ulema. Terminó siendo un líder musulmán, pero militar. El estratega más importante que tuvo el radicalismo islámico en los últimos cinco siglos.

Descubrió la causa en 1988 cuando visitó por primera vez Afganistán. Fue cuando formó Al Qaeda, una organización para reclutar muyahaidines que lucharan contra los invasores soviéticos.

En 1991 quiso exportar la “Yihad”, la Guerra Santa, a su Arabia Saudita natal. Terminó siendo repudiado por su poderosa familia y exiliado en Sudán. Regresó a Afganistán como protegido del gobierno de los talibanes. Allí levantó varios campos de entrenamiento para miles de combatientes de todo el mundo islámico. Y creó las células dormidas en varias ciudades europeas que se prepararon para los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Con la guerra de Afganistán, Bin Laden huyó con sus colaboradores hacia las montañas del Hindu Kursh en la frontera afgano-paquistaní.

Murio a tiros en Pakistan, a manos de los Seal de Estados Unidos

El médico y lugarteniente

Ayman al Zawahiri es más conocido como “el doctor”. Es un médico egipcio de 56 años que conoció a Osama Bin Laden en los ochenta cuando luchaban juntos contra los soviéticos en Afganistán. Desde entonces, es su más próximo colaborador.

Hijo de una familia prominente de El Cairo, se enroló muy joven en el grupo extremista de la Yihad Islámica Egipcia. Estuvo dos veces en la cárcel por complotar para asesinar a líderes egipcios. Es experto en explosivos.